Artículo de opinión publicado en www.eldiario.es a cargo de Raúl Alguacil Titos (@Raul_Alguacil), Vicepresidente de AIDMUR, sobre el nuevo proceso de negociación que debe abrir la Consejería de Educación para mejorar las condiciones de trabajo de los docentes interinos de la Región.
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LA HORA DE LA VERDAD.
Es el momento. Después de cuatro largos años de pedir -casi rogar- diálogo y consenso, los docentes interinos de la Región de Murcia vemos, con esperanza y cautela, que puede producirse un entendimiento con la Consejería de Educación.
No ha sido un camino fácil, y aún no ha finalizado. Pero tras tres consejeros de Educación distintos y dos Directores Generales de Recursos Humanos, ha tenido que ser la Asamblea Regional la que obligue a la Administración a sentarse en una mesa de negociación y consensuar con las organizaciones sindicales un sistema de listas de interinos justo y unas condiciones de trabajo dignas.
Sobre la mesa está la cruda realidad; más de tres mil maestros y profesores en la calle, discriminación hacia los propios docentes de la Región y un panorama desolador y nada motivador de precariedad y angustia.
La crisis, y los recortes, han golpeado sin piedad y reiteradamente. Todos lo han sentido, y los docentes interinos -en palabras de la propia consejera en la Asamblea Regional- lo han sufrido con mayor dureza si cabe. Somos el “eslabón débil” del personal de la Consejería por nuestra situación de eventualidad. Un eslabón que, en casi un 90%, como reconoció el Director General de RRHH, Enrique Ujaldón, en un artículo de hace unos dos años, ha aprobado oposicionesal menos una vez, demostrando mérito y capacidad. Eso es lo que no quiso admitir una Consejería que se cerró en banda a todo diálogo, a todo argumento, dando portazo a miles de profesionales de la enseñanza; sin explicaciones y con unainsensibilidad aplastante y que aún no acertamos a entender.
Pero no vamos a explayarnos más en ello. No merece la pena hablar más de la cerrazón e insensibilidad del exconsejero Sotoca y del exdirector general de RRHH Joaquín Buendía, ni de cómo impusieron un sistema cruel, técnicamente deficiente y profundamente arbitrario. Tampoco vamos a recordar las promesas incumplidas de diálogo de Pedro A. Sánchez, ni todos los intentos realizados por los docentes interinos por tender puentes de diálogo. Lo importante es que los defensores de la precariedad, de los recortes y de la imposición autoritaria han perdido y ahora guardan el silencio de la culpa.
«No se puede dejar en la cuneta tanto capital humano»
Es la hora de la verdad. La Asamblea Regional, a instancia de una moción presentada por Ciudadanos y aprobada por unanimidad por todos los grupos políticos -incluido el PP-, ordena a la Consejería de Educación a abrir unas negociaciones que no debieron cerrarse nunca. Al fin existe unanimidad en algo tan lógico como la necesidad de diálogo. Hasta el momento, todas las organizaciones sindicales y políticas de la Región habían manifestado esa necesidad: PSOE, Podemos, IU, Equo, UPyD, Ciudadanos… Todos excepto quien tenía que posibilitarlo.
¿Y qué es lo que quieren los docentes interinos de la Región? Pues es muy sencillo. Solo hay que escucharlos: estabilidad, dignidad y justicia. Restablecer derechos arrebatados y condiciones de trabajo en igualdad de condiciones, sin más discriminaciones. Y respeto. Respeto por quienes han aprobado oposiciones, demostrando mérito y capacidad. Respeto por quienes se recorren los centros educativos curso tras curso y se dejan la piel por sus alumnos y por vocación a esta maravillosa profesión. Respeto por quienes se ocupan de las vacantes que los funcionarios prefieren dejar “para el interino” porque entrañan mayores dificultades por las condiciones sociales del alumnado, o porque se tienen menos recursos, están más lejos o tienen peor horario. Respeto por la experiencia, por la formación adquirida tras años de dedicación, esfuerzo y estudio. Respeto por una carrera profesional y una trayectoria que valore integralmente los méritos y capacidades adquiridas. Ni más ni menos.
No se puede dejar en la cuneta tanto capital humano. Por eso rechazamos un sistema rotatorio que es indigno, que nada tiene que ver con la calidad y excelencia que debe presidir el sistema educativo. A nadie se le ocurre hacer eso con médicos, enfermeros, abogados o administrativos. Todo el mundo respeta el conocimiento adquirido, los méritos acumulados y la trayectoria profesional derivada del ejercicio y la práctica profesional. Es una cuestión de respeto, sí. Pero también de lógica y eficiencia.
En breve, la consejera de Educación ha de convocar a las partes para dialogar y alcanzar un acuerdo que debe cerrarse cuanto antes. Un acuerdo que borre una etapa oscura que pudo haberse evitado solo con diálogo. Es el momento de enmendar un grave error. Es la hora de la verdad.