El decretazo de la vergüenza es historia. Esta mañana ha sido aprobado, en Mesa Sectorial de Educación, un nuevo acuerdo de interinos en los mismos términos que conocíamos desde hace unos días.
No es el mejor acuerdo ni las formas han sido las más correctas. Desde AIDMUR seguimos denunciando que la Consejería de Educación se niega a recibir a la única asociación de interinos docentes de la Región, a pesar de que llevamos solicitando reunirnos con la consejera desde hace más de un mes. Son los mismos tics desde hace tiempo y eso es lamentable, pues sigue sin existir justificación a la inquina de la Administración contra miles de docentes. Saben que lo han hecho mal, que han causado un enorme sufrimiento con un ataque continuo y desmedido contra un colectivo al que han maltratado, discriminado, despreciado y al que han aplicado unos recortes salvajes. Tal vez les remuerda la conciencia y, por ello, no se atreven a mirarnos a los ojos. Lo cierto es que nos rehúyen.
El nuevo acuerdo es ya una realidad. Es verdad que resulta una mejora evidente de la lamentable situación de precariedad que impusieron Sotoca y Buendía, cegados de soberbia en 2013. Nos mintieron y tuvieron un comportamiento arbitrario y autoritario. Incluso las formas fueron lamentables. Ahora se certifica que han perdido. Y sus palmeros, o están escondidos, o han cambiado de discurso.
Desde entonces, los interinos hemos sufrido y luchado muchísimo. Desde AIDMUR logramos que sindicatos y partidos políticos nos apoyaran, y en este sentido, el trabajo ha dado sus frutos. Así, con diálogo y colaboración, se logró que se aprobara una moción en la Asamblea Regional para obligar a la Consejería de Educación a sentarse a negociar un nuevo acuerdo de listas.
No obstante, y a pesar de reconocer la no caducidad de notas desde el 2.000, el nuevo acuerdo para la configuración de listas resulta claramente insuficiente, y encima no cumple con lo aprobado en la Asamblea Regional, y que fue votado por todos los grupos políticos.
¿Qué no se ha cumplido?:
- Valoración adecuada de la experiencia docente. El tope de un máximo de 6 puntos (10 años) supone un 30% de la puntuación total que puede obtenerse, lo cual minusvalora el ejercicio práctico de la docencia. Un ejemplo que lo demuestra son las propias declaraciones del Director General de Planificación y RRHH, Enrique Ujaldón, que reconoce públicamente en sus perfiles en redes sociales que “El acuerdo sobre interinos docentes mejora la situación de los nuevos aspirantes (…). Los 6 puntos por experiencia se alcanzan más rápido, a razón de 0.6 por año. Ello implica que los que empiecen a trabajar ahora alcanzarán a los que llevan mucho tiempo. De hecho, cuando se rebareme habrá mucha gente que pierda puntos por experiencia, porque tienen más de 6.” Es decir, un desprecio absoluto por los docentes que llevan años en las aulas de los centros educativos públicos de la Región. Lamentable.
- Valoración de la formación para la configuración de las listas. La Consejería de Educación se ha negado a ello de manera tajante. Han abandonado y pisoteado su impostado discurso de la excelencia. Es un tema controvertido, pero en otras administraciones, como la sanitaria, es un elemento normal. Parece que en Educación no creen conveniente incluir este apartado, lo cual es sorprendente. AIDMUR planteó su inclusión con un límite, pero la realidad es que no se ha querido ni plantear.
- Contratación de vacantes a curso completo para que los docentes interinos cobren el verano. Otro punto que no se cumple, hasta el punto de que el 0,6 se computa por año y no por curso. De esta manera, se mantiene la discriminación contra los docentes interinos a pesar de realizar el mismo trabajo. Y más aún. La enmienda a los presupuestos que aprueba que se pague el verano en 2016, con el voto en contra del PP, provocó la respuesta furiosa y sorprendente por parte de la Administración, que llegó a amenazar con despidos de cientos de maestros y profesores. Calificarlo como patético se queda corto, pero que cada cual saque sus conclusiones.
¿Y ahora qué? Es verdad que existe un acuerdo nuevo y ciertas perspectivas de estabilidad. Pero no podemos olvidar a los compañeros que quedan en la cuneta, despreciados por la Administración. También debemos señalar que el futuro es incierto, ya que podríamos encontrarnos, en no mucho tiempo, con una nueva ley educativa y un nuevo sistema de acceso que podría condicionar el sistema de configuración de listas de interinos.
Por lo demás, queda mucho por hacer. Estamos en el camino para lograr que la Justicia reconozca el principio de igualdad entre funcionarios e interinos. Será algo que se logre, antes o después. Y aún queda pelear para lograr mejores condiciones de trabajo y estabilidad para los docentes interinos, así como la recuperación de los miles de puestos que se han perdido.
Los interinos docentes aún tienen mucho que decir.