La Consejería de Educación vuelve a perpetrar otro ataque contra el colectivo docente interino al decidir que no se realizarán actos de adjudicación para Secundaria, Formación Profesional y Otros Cuerpos durante el mes de julio, por lo que ningún interino de ninguna especialidad obtendrá destino a fecha de 1 de septiembre, lo que implicará que los centros de Secundaria inicien el curso sin el personal necesario.
Desde AIDMUR lamentamos una decisión, que se suma a otras muchas, que perjudica siempre al mismo colectivo, por lo que pensamos que tantas medidas contra los funcionarios interinos obedecen a una falta de “creatividad” alarmante, o bien a una directriz clara y definida que busca perjudicar al profesorado interino de la Región, que no es tan dócil como los asesores de nuestros gobernantes.
Obviamente somos conscientes de que se trata de “otro recorte más” que obedece a la incapacidad de la Administración para gestionar correctamente la Escuela Pública y eso en el día en el que conocemos que el Gobierno baja los impuestos a los propietarios de yates de lujo, lo cual deja muy claras las prioridades de nuestros gobernantes.
Llegado a este punto cabría preguntarnos si realmente nuestros representantes políticos están preparados o si poseen la aptitud necesaria para gestionar de otra manera el sistema educativo público. Si su gestión pasa por el perjuicio continuado contra el alumnado de la Región y su profesorado, y no son capaces de ofrecer otra cosa que no sean recortes y el deterioro de la Escuela Pública, entonces tal vez deberían marcharse y no aferrarse a sus magníficamente remunerados cargos. Nadie los obliga a perpetuarse en el error y la ineficacia.
AVALANCHA DE RECLAMACIONES DE OPOSITORES.
Por otro lado, AIDMUR ha tenido constancia de que la Consejería de Educación está recibiendo una avalancha de reclamaciones de cientos de opositores al Cuerpo de Primaria, cuyas pruebas se están celebrando en estas fechas, debido a la imposibilidad de conocer las calificaciones de quienes no han superado la primera fase y el malestar existente por el alto porcentaje de suspensos, que supera el 80%, y un sistema de oposición determinado por una alta subjetividad, lo que convierte a la Educación en la única Administración que no posee criterios puramente objetivos en sus pruebas de selección de personal.