Pedro A. Sánchez, consejero de Educación, Universidades y Empleo, prometió desde su toma de posesión el pasado verano, “trabajar en favor del diálogo y la búsqueda de consensos”. En la reunión que mantuvimos con él en agosto refrendó dicha promesa y pidió calma y algo de tiempo a los interinos.
Ya iniciado el curso académico, el Director General de RRHH, Joaquín Buendía, empeñó su palabra en tratar con los sindicatos el asunto del sistema de listas de interinos docentes, primero en diciembre, cosa que no se produjo, y después en enero.
Esta semana era la prevista para ello y, sin embargo, la Administración no ha querido tratar dicho asunto, que tiene en vilo a miles de docentes, afectados por el “decretazo de Sotoca”; que ha dejado al colectivo sumido en la más absoluta y vergonzante precariedad, despreciando la trayectoria y méritos académicos de los docentes interinos, y penalizando situaciones como la maternidad o la enfermedad.
Desde AIDMUR exigimos, con carácter inmediato, la comparecencia del consejero Pedro A. Sánchez para explicar públicamente por qué su palabra posee un valor nulo desde su toma de posesión; y por qué cree que alguien que no cumple su palabra, ni asume el diálogo como algo normal en la vida pública, está capacitado para asumir responsabilidades políticas.
Asimismo, el Director General de RRHH, Joaquín Buendía, debe explicar por qué sigue asumiendo como propio un sistema de ordenación de listas que ha sido rechazado por todas las organizaciones políticas y sindicales de la Región.
Los interinos docentes de la Región exigimos, por tanto, respuestas inmediatas y que la Administración cumpla con su cometido, sin más mentiras ni falsas promesas. De no hacerlo así, exigimos su dimisión y su sustitución por personas más responsables, menos preocupados por los titulares y las fotografías, y con más ganas de trabajar.
En los próximos días estaremos atentos a si existe algún movimiento por parte del consejero; mientras el colectivo docente interino de la Región procederá a evaluar la situación y la posibilidad de movilizaciones, de las cuales sólo será responsable el actual consejero y su actitud. Asimismo, volveremos a solicitar el amparo de la Defensora del Pueblo por la inacción de la Consejería.
El protegido de Valcárcel debería comenzar a pensar que un político sin palabra y sin determinación no reúne cualidades para asumir las responsabilidades a las que aspira, y que tanto la ciudadanía como sus compañeros de partido se dan cuenta perfectamente de ello.
Pedro A. Sánchez tiene, en este asunto, el trabajo más fácil del mundo: dialogar, escuchar a las partes y buscar el consenso para solucionar el conflicto creado por una Administración que nunca debe permanecer muda, ciega ni sorda. Y así está actuando un consejero que, recordemos, ni tiene la experiencia ni formación necesaria, ni ha trabajado nunca en algo que no sea la política. Y eso explica muchas cosas.