AIDMUR desea manifestar su apoyo público e inequívoco hacia nuestros compañeros interinos de la comunidad madrileña, que están protagonizando un encierro  que se ha iniciado esta mañana en la catedral de Madrid, en La Almudena.

Tras el encierro protagonizado por varios delegados sindicales durante los últimos días en la Consejería de Educación y la acampada a sus puertas realizada por varias decenas de interinos, en la tarde de ayer éstos realizaron una asamblea para decidir las siguientes acciones a realizar para defenderse de las políticas de la consejera de Educación madrileña, Lucía Figar, cuya actuación contra las personas encerradas ha sido vergonzante e impropia de una gobernante de un país democrático. Desde hace pocas horas un grupo de interinos madrileños han decidido  encerrarse en La Almudena para exigir que las políticas de ataques injustificados contra los interinos cesen de manera inmediata.

Los interinos de Madrid, al igual que los de todo el país, coincidimos en la exigencia de paralización de las pretensiones de algunos gobiernos autonómicos de implantar un sistema injusto, precario y dañino de ordenación de las listas de interinidad. Y todo ello con la premisa falsa de querer seleccionar a los mejores profesores, cuando ello es rotundamente falso. Están mintiendo a la población, ya que pretenden ordenar dichas listas sin tener en cuenta la experiencia y los méritos de los aspirantes, y encima pretenden imponer un sistema en el que cada dos años se produzca una renovación total del profesorado interino, desechando a un profesorado que ha ido adquiriendo paulatinamente las destrezas necesarias para impartir docencia.

Los interinos de toda España estamos dispuestos a realizar las acciones que estimemos necesarias para exigir respeto hacia nuestro trabajo y para paralizar “la ola” de decisiones políticas que pretenden expulsar de las aulas a un colectivo que aúna formación y experiencia en las aulas.

Queremos protestar, igualmente, contra la campaña de difamación y manipulación puesta en marcha por algunas Administraciones que tratan de desacreditar al colectivo interino con objeto de realizar un ERE a gran escala y perjudicar a la Escuela Pública, arrebatándole unos profesionales que poseen la capacidad y méritos necesarios para atender con garantías de calidad al alumnado.