Ya es una amarga realidad. La traición del consejero Pedro A. Sánchez hacia el colectivo docente interino de la Región se ha consumado.
Y lo ha hecho fiel a su estilo, por la espalda y sin dar la cara. Anoche se publicó en el BORM el decretazo de la vergüenza que condena a los interinos de la Región a una situación infame de precariedad. Más aún; se le discrimina en relación con otras CCAA. Y han sido los mismos que el día 9 de junio de cada año se dan golpes en el pecho por esta tierra ante las cámaras.
Un decreto que no ha sido apoyado ni explicado por nadie, que cuenta con el rechazo unánime y frontal de todas las organizaciones sindicales, políticas y del colectivo interino de la Región. Una afrenta que los interinos no vamos a olvidar y una injusticia contra la que AIDMUR seguirá luchando para alcanzar un acuerdo real, nacido del consenso y del diálogo, justo, equilibrado y que contribuya a la calidad y excelencia del sistema educativo de la Región.
Una calidad y excelencia que es imposible alcanzar si se prescinde de profesionales que aúnan méritos, formación y experiencia. Porque eso es lo que han hecho: despreciar los méritos acumulados, despreciar la formación y despreciar la experiencia.
Un día triste porque el consejero de Educación, imputado por cohecho, ha demostrado que su palabra carece de valor y que su voluntad y capacidad por alcanzar acuerdos y soluciones es nula. Un consejero que “hace pellas” cuando tiene que afrontar su responsabilidad. Rotundamente, el Sr. Sánchez merece un suspenso sin paliativos.
Queda la vía judicial, ya que el decretazo está impugnado ante los tribunales, que lo han admitido a trámite. Incluso se ha solicitado (según fuentes sindicales) la suspensión cautelar para evitar el desastre y el caos que supondría la anulación de esta espiral absurda. Sin embargo, la justicia parece ciega, sorda o al menos incapaz para resolver los asuntos antes de que sea demasiado tarde. Si se rebarema y después se anula ésta, las consecuencias indemnizatorias serían mayúsculas para la Administración. Pero así es como se hacen las cosas en la comunidad de los aeropuertos sin aviones y con una tasa de desempleo juvenil del 52%
Previsiblemente, la semana próxima se publicará la nueva lista resultante de esta escandalosa rebaremación, que penalizará al interino de la Región por el mero hecho de haber trabajado en los centros educativos de esta comunidad, castigará a las maestras que hayan decidido ser madres y a las personas afectadas por la enfermedad o la desgracia, expulsará de las listas a los maestros de Francés que se presentaron fuera de la Región…
Y todo ello con el único y exclusivo fin de echar a unos para contratar a otros cada dos años que sean más baratos porque no cobran complementos por antigüedad. No parece que esto sea lo mejor para contribuir a la falsa excelencia y calidad que algunos pregonan sin saber lo que es eso; no se puede hablar de excelencia cuando se está acostumbrado a acceder «a dedo» a los puestos y cuando uno se dedica a ir nombrando «a dedo» a asesores y personal de confianza sin límite y sin tener que dar explicaciones. De hecho, desde hace un año, cuando Sotoca inició este despropósito, nadie ha dado nunca la cara. Nadie ha explicado nunca los motivos, las razones, para darles una patada a los maestros y profesores interinos de la Región. Únicamente se la han dado.
Pero advertimos; tenemos memoria.