Como ya habíamos avisado, ha vuelto a suceder. La adjudicación telemática de vacantes de Primaria ha vuelto a ser un caos vergonzoso, impropia de una Administración medianamente seria. Vacantes que aparecen y desaparecen en los distintos listados, adjudicatarios que no aparecen en las listas pero que sí tienen plaza adjudicada en el portal Educarm, publicaciones incompletas de adjudicatarios antes de que el sistema termine de adjudicar las plazas ofertadas, admisión de reclamaciones poco claras…
No pueden decir que no estaban avisados. En los últimos años vienen repitiéndose los mismos problemas, una vez y otra, y lo peor de todo es que no se les quiere poner solución desde una Consejería de Educación que no tiene credibilidad alguna y que actúa sin el más mínimo rigor. Como si las personas al mando de esta nave no tuviesen la cualificación necesaria, o como si no les importara lo más mínimo el rumbo de la Educación en la Región de Murcia.
La semana pasada, al igual que hace un año, AIDMUR mantuvo una reunión con el Director General de RRHH, ahora Enrique Ujaldón, y antes Joaquín Buendía, en la que, entre otros temas, les venimos planteando la necesidad de simplificar las adjudicaciones telemáticas, separándolas por bloques. Ello por dos motivos esenciales:
El primero, por una cuestión de necesaria transparencia; mezclar en el mismo acto a interinos y funcionarios, pendientes éstos de comisiones de servicio, en expectativa de destino, provisionales, desplazados, jornadas completas y parciales, con perfil, obligatorias y no obligatorias, itinerantes, etc… con el volumen de vacantes existente hace que el acto, en sí mismo, sea demasiado complejo y resulte poco claro.
En segundo lugar, para evitar lo que ha ocurrido; con actos más sencillos y diferenciados, el sistema informático de la Consejería no se colapsaría y el algoritmo utilizado daría menos errores.
Sin embargo, pese a que estos argumentos parecen lógicos, nada descabellados, y la propuesta no supone un coste para la Administración, la respuesta obtenida es siempre la misma: la negativa.
A pesar de que estos problemas se vienen sucediendo año tras año, Ujaldón nos dijo que “no veía en qué iba a mejorar el sistema” la propuesta que se le hacía. Es decir, no lo vio necesario, y ni tan siquiera contemplan que alguien, que no sean ellos, pueda aportar puntos de vista que mejoren los procedimientos de actuación de la Consejería de Educación. Es decir, cuando se les plantean soluciones, o la necesidad de más diálogo, se tapan los ojos y los oídos. A los interinos, esta actitud nos suena; es la que nos ha condenado a la precariedad desde la arbitrariedad y el unilateralismo. Desprecian otras opiniones y a todo aquel que no les hace de palmero.
Es la misma historia de siempre, la que venimos sufriendo los interinos desde hace dos años, desde que comenzaron los salvajes recortes en Educación, especialmente contra los docentes interinos de la Región.
Prepotencia, ineptitud y oídos sordos. Nos encontramos con supuestos responsables políticos que piensan que ellos nunca se equivocan, que no tienen que dar explicaciones de sus actos y que no escuchan nunca. Y así nos va. Lo malo es que quienes sufrimos esas actitudes somos los demás; ellos están cómodamente sentados en sus despachos climatizados, cobrando dietas, magníficos sueldos y contratando asesores a dedo.
Por todo ello, desde AIDMUR exigimos que se den las explicaciones públicas oportunas y que se asuman responsabilidades por lo que viene ocurriendo un año sí y otro también. No es admisible que se vengan repitiendo estos episodios y que la Administración sea incapaz de ponerles una solución que es sencilla, y que no se adopta porque no existe voluntad para ello.